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¿Qué es el desgarro del LCP?
El ligamento cruzado posterior (LCP) es uno de los cuatro ligamentos críticos en la rodilla Está ubicado en la parte posterior de la rodilla y conecta el fémur (hueso del muslo) con la tibia (hueso de la espinilla). El LCP ayuda a estabilizar la articulación de la rodilla y evita que se hiperextienda (enderece demasiado).
Los desgarros del LCP son relativamente raros y representan solo 2-8% de todas las lesiones del ligamento de la rodilla. Ocurren con mayor frecuencia en atletas que participan en deportes de contacto, como el fútbol o el hockey. Los desgarros del LCP también pueden ocurrir debido a un golpe directo en la rodilla, una caída sobre la rodilla o un accidente automovilístico.
Las lesiones deportivas como la hiperextensión y la torsión también pueden causar un desgarro del LCP.
Un desgarro del LCP puede incluir dolor e hinchazón en la rodilla, inestabilidad de la rodilla y dificultad para enderezar la rodilla. Es posible que se escuche un sonido de chasquido o chasquido en la lesión. El dolor en la parte posterior de la rodilla es mucho peor y más severo. El dolor en la parte frontal puede ocurrir después de una semana o dos de la lesión. Por lo general, se utiliza una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.
¿Por qué los desgarros del LCA son más comunes que los del LCP?
Él LCA (Ligamento cruzado anterior) y PCL (Ligamento cruzado posterior) son dos ligamentos primarios en la rodilla que trabajan al unísono para dar estabilidad. Estos sitios son vulnerables a desgarros severos, particularmente en atletas. Tanto los desgarros del LCA como del LCP pueden parecer tener síntomas similares en sus primeras etapas. Los ligamentos tienen características distintas que hacen que estos desgarros difieran en el tratamiento y la extensión de la lesión.
Por lo general, un percance deportivo está involucrado en los desgarros del LCA y el LCP. Una parada repentina o un cambio rápido de dirección pueden causar lesiones en el LCA. Estos movimientos son típicos en las actividades deportivas; por lo tanto, un desgarro de LCA es muy alto. Por otro lado, los desgarros del LCP ocurren cuando la rodilla se dobla durante una caída o en un accidente automovilístico. Un golpe severo en la espinilla también puede causar una lesión del LCP.
La mayoría de los desgarros del LCP se pueden recuperar de forma independiente sin cirugía. Sin embargo, el tratamiento para un desgarro del LCA es mucho más extenso.
¿Cómo reparar y prevenir un desgarro del LCP?
El tratamiento para un desgarro del LCP puede incluir PRICE (protección, reposo, hielo, compresión, elevación), fisioterapia y rodillera. Rara vez se necesita cirugía.
Para prevenir un desgarro del LCP, es fundamental calentar antes de participar en cualquier actividad física. El uso de zapatos adecuados y el uso de técnicas adecuadas también pueden ayudar a evitar lesiones. Se recomiendan aparatos ortopédicos y muletas en la mayoría de los casos que involucran desgarros del LCP.
¿Cuál es la mejor rodillera para PCL Tear?
Si su LCP sufrió una lesión, es fundamental proteger la articulación de la rodilla con una rodillera. UN rodillera protegerá tus ligamentos mientras regresas a tu rutina. Además de brindar apoyo adicional a su rodilla, una rodillera también lo salvará de volver a lesionarse. Un aparato ortopédico excelente para el desgarro del LCP es una rodillera de alta calidad de WorldBrace. Las rodilleras WorldBrace brindan soporte y estabilidad adecuados a la rodilla, aceleran el proceso de recuperación y minimizan las posibilidades de volver a lesionarse.
Signo de hundimiento posterior | Desgarro del ligamento cruzado posterior
faq
¿Se puede caminar sobre un desgarro del LCP?
Puede caminar sobre un desgarro del LCP, pero es esencial consultar a un médico. El LCP ayuda a estabilizar la rodilla y un desgarro puede provocar inestabilidad en la rodilla. Esto puede dificultar caminar o poner peso sobre la pierna afectada.
¿Qué se siente cuando se rompe el LCP?
Un desgarro del LCP puede causar dolor e inflamación en la rodilla. También puede escuchar un chasquido o un chasquido en la lesión. La rodilla puede sentirse inestable y puede que no sea fácil enderezar la pierna.